Este fin de
semana, de nuevo carnavales. Me da la sensación de que el tiempo pasa mucho más
deprisa de lo que me gustaría. No me da tiempo a muchas cosas, o mejor dicho,
tengo tantas cosas pendientes en mi agenda de vida, que creo que a este ritmo,
mis objetivos se quedarán a medias.
Estoy leyendo un
libro que debí leer hace 3 años, pero en aquel momento, las circunstancias
hicieron que no lo pudiese hacer,….. Supongo que el momento era ahora. Muchas
cosas de las que en él leo no son nuevas para mí, pero nunca está de más
recordarlas, para que no desaparezcan de nuestra mente.
Recuerdo cuando
por primera vez me mencionaron este libro; el título me resultó curioso, pero
también enigmático. Sólo ese dato me suscito interés y más aún cuando Andoni,
mi amigo inseparable por aquella temporada, me adentro en la filosofía de vida
que el libro planteaba.
Conocía a Andoni
muchos años antes de aquella época, pero nuestras vidas iban por diferentes
caminos. Trabajábamos para la misma empresa, pero en diferentes departamentos,
por lo que el trato no era diario, pero cada vez que coincidíamos las charlas
eran amenas y divertidas.
Unos años
después, Andoni pensaba que la vida le sonreía plenamente; tenía un niño y una
niña preciosos, una mujer a la que adoraba, una casa nueva en la que poder
disfrutar con ellos y una empresa que le iba bastante bien con la que afrontaba
todos los gastos extras que su nueva vida le había generado. En ese momento él
creía que nada malo podía pasarle, pero la vida le dio un revés de los que
nunca esperas. Su mujer le decía que ya no podían seguir juntos, que no sentía
lo mismo y que él sólo estaba pendiente de su trabajo, por lo que no le
necesitaba junto a ella, ni por supuesto, junto a sus hijos.
Andoni creyó que
su mundo se acababa en ese instante y lugar; ¿Qué hacer cuando todo lo que
tienes y todo lo que quieres desaparece de golpe?
Pasó unos meses
muy malos en los que la desorientación y la tristeza hicieron mella en aquel
tipo alegre y divertido. Tanto Iratí como yo, tuvimos con él muchas
conversaciones de ánimo y apoyo; es lo menos que se puede hacer por alguien que
te importa, y Andoni es de esas personas que una vez conoces, te dejan huella.
El tiempo pasó y
como es lógico, Andoni ya había emprendido una nueva vida, la suya. Seguía
teniendo problemas con su ex y además se le añadieron los laborales: la empresa
necesitaba recortar personal y lo hacían a través de una indiscriminada caza de
brujas en la que el motivo menos importante para caer era la calidad laboral de
la persona. Evidentemente, con la presión de una gran empresa es difícil
lidiar, por lo que Andoni decidió rendirse y centrarse en su empresa, la cual
aún le ayudaba a mantener a flote su economía, dañada ahora por el aumento de
gastos que supone una separación.
No fue mucho
después cuando yo tuve “mi crisis” con Antonio y una de las personas que estuvo
allí y me ayudo muchísimo, no fue otro que Andoni.
Si me remonto a
aquella época, mis 3 pilares fundamentales para superar el varapalo de lo de
Antonio, esos fueron Iratí, Nerea y Andoni. Iratí me recogió y me llevo a su
casa mientras estuve desorientada. Nerea me empujó a salir, a cambiar de
imagen, a divertirme. Y Andoni me abrió los ojos y la mente a una filosofía de
vida completamente diferente a la que estábamos acostumbrados. Él fue quien me
ayudo a aprender de nuevo a ser feliz y a valorarme como persona y como mujer.
Aquel
administrativo acostumbrado a trabajar desde un despacho, había cambiado su
vida radicalmente. Ya no pasaba días enteros alimentándose de los fluorescentes
de una habitación sin ventanas, sino que disfrutaba de las maravillas de la
naturaleza; desde las más sencillas, hasta las más increíbles. Había cambiado
de trabajo y esta nueva situación le permitía el poder apreciar todas estas
novedades que formaban parte de su nueva vida.
Yo veía un
tremendo cambio en su vida y en su actitud, pero seguía siendo él. Su
personalidad no había cambiado ni un ápice, pero sí su actitud. Con él no había
lugar para la tristeza ni los malos momentos. Sabía sacarle punta a todo y un
día cualquiera lo convertía en especial con muy poquito,…. Sólo voluntad e
interés.
Andoni me enseñó
a apreciar que todo en la vida tiene su lado bueno. Normalmente sabemos sacarle
el lado negativo a todo, pero cuando se trata de hacer lo contrario, tenemos
serias dificultades para ello. ¿No debería ser lo mismo? Una y otra vez nos
empeñamos en quejarnos, en hablar de nuestra mala suerte, en pensar que todo
cambiará,….. ¿Pero qué hacemos para ello? Generalmente NADA.
“Todos tenemos
el poder de determinar en qué cosa vamos a pensar en un momento dado. Esta
capacidad es parte de lo que nos define como humanos.”
“No importa lo
que te ocurra en la vida, porque tienes la capacidad de elegir tu reacción. Cuando
consigas arraigar un hábito de buscar lo positivo en cada circunstancia, tu
vida pasará a sus dimensiones superiores.”
Es posible que
haya personas que lean cosas de este tipo y crean que es una chorrada, pero a
mi eso me da igual. Sé que lo que digo es posible, es real y es beneficioso
para nosotros, pero requiere un esfuerzo al que no estamos acostumbrados y
sobre todo PACIENCIA. Las cosas que se consiguen sin espera ni esfuerzo
rápidamente desaparecen de nuestra vida o de nuestro interés, dejando lugar
preferente a aquello que aún no hemos podido conseguir, pero ¿qué sucede con lo
que nos supone un esfuerzo realizar o conseguir? Siempre, instintivamente lo
adoptamos como algo más serio, más elaborado,…. En definitiva, más IMPORTANTE.
Y ¿qué hay más importante para cada uno de nosotros que nosotros mismos?
Cuando he hecho
esta pregunta, quien tiene hijos siempre ha respondido rápidamente que más
importante que ellos son los niños, postura que entiendo a pesar de no ser mi
caso, pero ¿cómo se puede alimentar una nueva vida, una nueva conciencia si la
nuestra está vacía y apagada? Nunca nos pondríamos a cocinar con las manos
sucias, por lo tanto ¿Por qué no tenemos la misma consideración hacía nuestras
almas?
Como dice el
libro que estoy leyendo: “No puedes aprender cosas nuevas si no vacías tu mente
de las ya existentes”. Nuestra tendencia a dejarnos llevar por el entorno, las
costumbres, lo que la gente dice que debe ser, etc. hace que nos perdamos lo
que de verdad somos (o podríamos ser). Cada día nos ofrece una oportunidad para
poder cambiar todo aquello que no nos ayuda, salvar esos obstáculos que nos
impiden cambiar de rumbo y poder apreciar las pequeñas cosas que la vida nos
da.
“No existen los
errores, sólo las lecciones. Hay que considerar los reveses como oportunidades
de expansión personal y espiritual.”
Con Andoni
también aprendí mucho de esto; nunca antes había disfrutado tanto de cosas tan
sencillas, baratas y gratificantes como pasear bajo la lluvia, charlar tumbada
en la playa bajo un precioso cielo estrellado, hablar hasta altas horas de la
madrugada debatiendo la conclusión que habíamos sacado de un arduo pero
interesante documental, apreciar los deliciosos sabores de las hortalizas recién
cogidas,…… Todas estas son el tipo de cosas que casi siempre están a nuestro
alcance, pero rara vez las disfrutamos plenamente como lo que son; la magia de
la vida.
Este libro me
está ayudando a refrescar, reafirmar y ratificar todo aquello que Andoni
compartió conmigo. Por aquel entonces yo estaba desorientada y él me ayudó a
marcar un rumbo, pero sobre todo me ayudó a ser la persona que soy ahora. Siempre
digo que tras lo de Antonio he vuelto a ser la que era, pero eso no es del todo
real, soy mejor y eso es lo que quiero transmitir a aquellos que me importan;
Podemos ser cada día mejores, pero debemos dedicarnos tiempo a nosotros mismos para
poder después dedicárselo a otros y mostrarles también nuestro camino de
realización.
Sé que lo que
Andoni compartió conmigo es muy valioso, aunque él no le dio mayor importancia
y ahora entiendo que lo que hizo, fue transmitirme todo aquello que a él le había
ayudado como una prueba más de su “evolución”. Ahora soy yo la que debe hacerlo
para que esta “cadena de sabiduría” no se pierda y que lo que experimentamos
desaparezca.
Amigo, por fin
creo que soy verdaderamente consciente de todo lo que me transmitiste, así que
seguiré aprendiendo del día a día y seguiré todos tus consejos.
:) :) :) :) :) :) :) :) Gracias por hacerme sonreir
ResponderEliminarDe nada brujita. Bss
Eliminareres grande, lo demuestras en cada entrada...
ResponderEliminarDe verdad que me encojes el corazón con lo que me dices. Gracias. Bss
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