El día está
precioso, un sol resplandeciente desde bien temprano hace que aunque no haga
calor, el simple hecho de verlo brillar me alegre enormemente. ¡¡Menos mal que
al menos eso sí que me acompaña!! Jejejejejejjeje……
Tengo ganas de
pase rápido el día de hoy y que llegue mañana por la tarde que es cuando
tenemos la “reunión” de chicas J Sé que lo vamos a pasar en grande y nos
reiremos un montón, así que estoy deseando que llegue. De todas formas, aún no
hemos concretado ni la hora a la que quedamos, ni el lugar concreto,…… Somos
todas igual de dejadas, jejejejejjejeje…… Pero bueno, sólo es concretar y la
fiesta está asegurada.
Mañana también
tiene cita con el “especialista” mi PC. Como ya he comentado alguna vez, está
hecho una pena; el office está caducado, tiene 3 reproductores y sólo funciona
uno, no me deja instalar nuevos programas, las ventanas emergentes del Explorer
lo bloquean, en el Chrome hay fallo de ActiveX, etc. Por lo que está para
vaciar y volver a empezar, pero yo no tengo muy claro como se hace, así que lo
comenté un par de veces por ahí: Maider me dijo que ella tampoco sabe, pero que
lo podíamos hacer con la ayuda a través del teléfono de una amiga suya, cosa
que no era una mala opción. Un día hablando con Joseba también se lo comenté y
me dijo que lo hablaría con un compañero de trabajo que se lo había hecho a él
y ya me diría algo.
El miércoles
finalmente me confirmó que mañana si les llevo el portátil se pondrán manos a
la obra con ello y lo podrán tener listo para final del día ¡¡Perfecto!! Así que mañana, como me toca
currar, bueno, en realidad me toca venir, pero creo que será una nueva
laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaga mañana sin internet, vendré un poco antes a Bilbao,
así paso por donde Joseba y le dejo el PC para que puedan empezar cuanto antes,
y para el domingo ¡¡portátil nuevo!! J
El otro día me
llamó por teléfono mi amiga Bea. Ella es mi más reciente amiga, ya que se
incorporó a mi particular cuadrilla en el mes de julio, por casualidad. Durante
una de las muchas fiestas a las que acudimos este verano Maider y yo, de
refilón vi al que había sido mi primer novio, Oliver. No me podía creer que más
de 15 años después, la primera vez que me acercaba por su “territorio” me lo
encontrase, y menos en aquellas fiestas en las que incluso encontrarse con quien
habías quedado era complicado.
Al ser tan de
golpe y tras tanto tiempo, preferí hacerme la loca y seguir de fiesta con la
gente que estábamos. “Si tiene algún interés en volver a tener trato conmigo,
que se acerque él” pensé en ese momento. Tal y como podía esperar, Oliver pasó
de largo sin mirarme y se fue con su amiga en dirección opuesta a la que
nosotros nos dirigíamos.
La sorpresa vino
el día siguiente. Cuando encendí el FB para mirar las novedades me encontré con
que Oliver me había mandado una solicitud de amistad, ¡¡curioso!!
Acepté la
solicitud y le escribí un mensaje en el que le expresaba la sorpresa que había
supuesto para mi volver a encontrarnos. Él me comento que la sorpresa había
sido suya al verme el día anterior en aquellas fiestas, pero que por su timidez
no se había acercado y ahora FB le había parecido una buena manera de retomar
nuestra amistad.
Durante unos
días nos estuvimos enviando mensajes a través de FB y la verdad es que el trato
era bastante cordial, así que llegado el fin de semana, cuando me preguntó los
planes que teníamos y se los dije, me dijo que él también estaría por allí, me
dio su número de teléfono, yo le di el mío y quedamos en hablar cuando
estuviésemos por allí.
Llegado el
momento, le llamé y rápidamente acudió donde le dije. Nos pasamos muchísimo
rato hablando sin parar, aunque lamentablemente de todo aquello apenas recuerdo
flashes debido a la cantidad de alcohol que ya llevaba ingerido aquel día.
No suelo
pasarme, pero a veces, según se dé la compañía y el planteamiento, sin querer,
olvido que lo que estoy bebiendo no es agua,…. Aquel día fue uno de esos. Y
esos son los días en los que yo tengo mis famosas “lagunas mentales puntuales”,
es decir, hay partes de la noche que no recuerdo en absoluto, a pesar de haber
estado muy digna e incluso aparentar no estar ebria, si no me lo contasen, no
recordaría la mitad de la noche. Ya ves, más de 15 años sin hablar con Oliver y
después de una larga charla, ¡¡no recuerdo casi nada!! Jejejejejeje….
Durante la siguiente
semana seguimos hablando a través de mensajes y de FB y el fin de semana, como
se repetían fiestas, volvimos a quedar, aunque esta vez en mejores condiciones
:P
Oliver apareció
con un chico y una chica. La chica era la misma a la que habíamos visto Maider
y yo con él el día que nos cruzamos, Bea. Era una chica muy alegre y divertida,
habladora y enérgica, en definitiva, una chica muy simpática que encajaba muy
bien en nuestro grupito.
Oliver y yo
seguíamos escribiéndonos de vez en cuando y los fines de semana seguíamos
quedando con él y con Bea. A mi Oliver ya no me gustaba como hacía años, pero
me quedaba aquella cosa, como un recuerdo, como algo que se quedó en el
tintero, como aquel que dice “¡Por los viejos tiempos!”. Además le notaba
bastante cambiado; él siempre había sido bastante macarrilla, chulito, un poco
borde, bastante egocéntrico e incluso un poco violento. Ahora en cambio, veía a
un Oliver mucho más humilde, sereno y comprensivo, por lo que decidí olvidar
todo lo que hacía tantos años había pasado (aunque mejor dicho, preferí no
hacer memoria) y empezar de cero nuestra amistad.
Al principio
todo iba bastante bien, aunque yo notaba una “tensión” entre él y yo, quizá más
por su parte, pero no cabe duda de que ante eso, al final una se crece y decide
entrar a jugar y alimentar esa “tensión” para ver por dónde termina saltando.
Por otra parte, cada vez que Oliver venía con nosotras, siempre Bea venía con
él, que era la que de verdad nos interesaba a Maider y a mi que viniese; Oliver
sólo no tenía ningún interés para nosotras fuera del juego que acabo de
comentar. Así fue como fuimos conociendo a Bea.
Uno de los
puntos más delicados de mi amistad con Bea vino durante las fiestas de Bilbao y
tuvo como implicado también a Oliver. Apenas hace unos meses que sucedió pero
me da la sensación de que fuese más tiempo; era el mes de agosto y como ya he
comentado en alguna otra entrada, yo estaba pletórica por la temporada de
fiestas que llevábamos, pero sobre todo por poder volver a disfrutar de mi Aste
Nagusia. El primer día lo vivimos a tope y casi sin querer, nos llegamos a
juntar 8 personas. Lo pasamos genial y al final de la noche y sin tener muy
claro cómo (otro de mis momentos de inconsciencia festera), Oliver y yo nos
besamos,…. Y seguimos haciéndolo lo que restaba de noche. Era como si me
hubiese quitado una espinita que tenía, como si supieses que eso va a pasar y
te lo marcases como un reto.
Un par de días
después quise también salir un rato, pero no hasta tarde o al día siguiente
sería incapaz de ir a trabajar. Cuando quedé con los demás me dijeron que de
camino recogiese a Oliver que le habían dicho que me esperase para bajar
juntos. No lo comprendí muy bien, pero así lo hice.
Uno de mis
recuerdos de la noche en que nos habíamos liado, era que él me dijo varias
veces “Tenemos que hablar” y “Esto hay que terminarlo”, por lo que supuse que
lo de quedar aparte tenía algo que ver con eso, pero como de costumbre, él no
hablaba nada y yo trataba de sacar temas de conversación para hacer el camino
más ameno.
Llegamos donde
estaban los demás sin apenas haber hablado nada más que tonterías y así siguió
siendo el resto del tiempo.
Tras los fuegos
artificiales, nos acercamos al recinto del concierto que querían ver esa noche
y yo comenté que podíamos pedir unos bocadillos para comer mientras esperábamos
a que empezase, que yo me quedaría a verlo empezar y después me iría. La idea
les pareció buena, pero el único sitio donde se podía comprar algo para comer
por allí, solo tenía bocadillo de chorizo o hamburguesas, cosas de las que paso
bastante, por lo que propuse que unos se quedasen en donde el concierto y otros
fuésemos a por los bocatas a otro sitio. También estuvieron todos de acuerdo y
como no podía ser de otra manera, Oliver y yo fuimos a por los bocadillos.
Durante el
camino volvió a darse la misma situación que al principio de la tarde; yo
sacaba el tema, hablaba y él apenas respondía o asentía. Al final, le pregunté
qué era lo que quería hablar, pero me dijo que ¡¡no se acordaba!!
Tal y como había
acordado, una vez comenzó el concierto, comenté que me iba. En aquel momento,
Oliver me había cogido de la mano y cuando dije que me iba me dijo que si
quería que me acompañase. Cometí el error de decirle que sí……
Aquella fue la
peor experiencia sexual de mi vida. Al principio me resultaba intrigante, era como
“cerrar el círculo”, completar aquello que se había quedado pendiente cuando
fuimos novios. Habíamos salido durante dos temporadas, cortas, pero dos, una
con 15 años (mi primer novio) y otra con 19, pero nunca habíamos pasado de los
besos y las caricias, así que aquel era el momento.
A medida que
iban pasando los minutos, poco a poco me iba arrepintiendo de lo que estaba
haciendo. Era casi como ir dándose cuenta del sinsentido en el que me estaba
metiendo, pero decidí seguir adelante,…. “Más vale arrepentirse de lo hecho que
de lo no hecho”,…. Y así fue.
Poco a poco iba
viendo señales del Oliver al que yo conocía, aquel de hace 15 años. Aquel que
si querías verle, tenías que ir tú. Si querías hablar con él, ya sabías su
número de teléfono. Aquel al que todo lo que a ti te ilusionaba le parecía una
mierda o incluso se reía de ti. Y además,…… Sexualmente, fue “lo peor”. No
recuerdo otra experiencia en la que sintiese tan poco, ni siquiera en alguna de
las que me había quedado con las ganas. Como he definido y seguiré definiendo;
“La peor experiencia sexual de mi vida”
Visto el
resultado, lo último que a mi podía apetecerme era repetirla, así que durante
los siguientes días apenas tuve contacto con él, salvo uno o dos mensajes a los
que respondí, por pura educación.
¡¡Por fin llego
uno de los días más esperados por mi!! Hacía un año que había vuelto a Bilbao y
mi propósito era celebrarlo por todo lo alto. Desde luego, motivos no me
faltaban; llevaba un año en Bilbao, de los cuales llevaba ya 11 trabajando,
algo que durante estos tiempos de crisis es muy difícil. Había vuelto a retomar
un poco a mi “antigua” yo, pero mejorada con el paso de los años y curtida por
los palos. Llevaba una temporada memorable de fiestas y me sentía plenamente
feliz por lo que tenía en mi vida; trabajo, familia, salud, amistades (nuevas y
viejas), cariño e incluso un poco de amor. Aquel 25 de agosto que me vio volver
iba a saber cómo se las gasta la menda cuando está animada, ¡¡¡Tiembla Mari
Jaia que voy a por tu puesto!!!
Cuando llegué
con mi hermano donde habíamos quedado con Maider y Bea me llevé la primera
“sorpresa” de la noche,….. Oliver estaba allí ¿por qué?
Yo no contaba
con su presencia, pero tenía tantas ganas de pasarlo bien, que decidí obviar su
presencia y tratarle como a uno más.
Varias veces
tuve que apartarme de su lado, ya que aprovechaba la proximidad para cogerme de
la mano o agarrarme de la cintura, pero si la distancia lo impedía, no había
peligro alguno, así que fue lo que hice.
A medida que iba
avanzando la noche se iban sucediendo los acontecimientos; Maider se enfadó por
una tontería, Oliver trataba de callarme cualquier tema que hablaba llevándome
la contraria, Bea estaba empezando a agobiarse con la actitud tanto de Maider
como de Oliver,……
Seguí con todas
mis fuerzas haciendo para que todo aquello me resbalase, tratando que Bea se
dejase de tonterías y se animase como yo. Procuré que Maider pasase de esos
enfados tontos que le dan a veces y que Oliver no me llevase de nuevo la
contraria por norma,…. Pero cada vez era más difícil.
Termine
divirtiéndome a mi aire y pasando de todos. Bueno, pasando de todos menos de
Oliver, al que tras 3 veces en las que me buscó para discutir termine
mandándole “A tomar por el culo” con auténticas ganas de que se lo tomase al
pie de la letra y se fuese.
Ya a mi aire,
aunque con los demás cerca, comencé a charlar con unos chicos bastante
simpáticos, de los cuales uno no estaba nada mal. Estuvimos un largo rato
hablando hasta que uno de ellos dijo que tenía que irse. El otro, el que me
gustaba, me dijo que si yo quería se quedaba conmigo y por supuesto, acepté.
Yo ya ni me
acordaba que por ahí aún andaban Maider, Bea, Ibai y Oliver, así que cuando el
chico me dijo de irnos a un bar, directamente fuimos y ni les avisé ni nada por
el estilo.
A partir de ahí
todo pasó relativamente deprisa y mi estado era un poco “lagunoso”: Entramos en
el bar y él me besó. Seguimos besándonos y sé que en un momento dado
aparecieron Bea y Maider para decirme que se iban. Me despedí de ellas y
continuamos besándonos. Lo siguiente que recuerdo es un golpe……..
Mientras nos
besábamos sentí un manotazo en la boca que nos hizo apartarnos a ambos y mirar
hacía el mismo lado, el lado desde el que nos habían golpeado. Allí estaba
Oliver, gritaba como un auténtico energúmeno pidiéndole explicaciones al chico
que estaba conmigo y le incitaba a salir a la calle a que se las diera.
No daba crédito
a lo que estaba pasando, pero tenía muy claro que por fin, el Oliver que yo
conocía había salido y con ello, yo ya había recordado todos y cada uno de los
motivos que me hicieron dejar de tener relación alguna con él.
Por cuarta vez
aquella noche le mande de nuevo “a su casa”, aunque no hacía ningún caso. Menos
mal que Ibai apareció para llevárselo y que el numerito no fuera a mayores.
Evidentemente,
esto estropeo tremendamente mi relación con Bea. En definitiva ella era amiga
de Oliver, no mía y conmigo hacía apenas un mes que quedábamos,….. Tenía todas
las de perder.
Hablé con Maider
y le comenté que quería hablar con Bea para poder aclarar o al menos que
también tuviese mi versión de los hechos antes de “ejecutarme”, pero Maider me
dijo que lo mejor era que esperase; Bea estaba muy muy enfadada conmigo y si la
llamaba sería mucho peor, así que quedé con Maider en que me avisase cuando
viese que era el momento para hacerlo.
Tardamos una
semana aproximadamente en hablar; Maider había entendido mal a Bea y mientras
hablaban un día esta le dijo que le parecía fatal que yo no la hubiese llamado
aún para nada. Maider rápidamente me buscó y me comentó que hablase con Bea lo
antes posible.
Quedamos una
tarde para hablar y mi planteamiento era claro; no pretendía que dejase de ser
amiga de Oliver (al revés de lo que él exigía), pero no quería prescindir de
ella. Estaba dispuesta a mantenerme al margen cuando ella estuviese con Oliver,
o incluso no mencionarle, pero me parecía muy injusto que aquella incipiente
amistad se acabase por aquel suceso.
Entendía que ella
apenas me conocía y podía pensar que aquel comportamiento en mi era normal, y
que lo único que había hecho era jugar con Oliver y reírme en su cara y eso era
lo que a mi más me preocupaba que entendiese.
Admití que de lo
único que me tenía que disculpar con ella y los demás era de las formas, pero
no de lo que había hecho. Yo no tenía nada con Oliver y su actitud me estuvo
intentando amargar toda la noche. Varias veces le dije que me dejase en paz y
no me hizo caso y además, aquel energúmeno que nos chilló a mí y a mi
acompañante,….. Ese sí era el auténtico Oliver, aquel al que decidí hace mucho
tiempo no prestarle ni un minuto más de atención, ni perder por el un minuto de
mi tiempo.
La conversación
fue un poco tirante, pero al menos pude dar todas mis explicaciones y
razonamientos. Bea no los compartía del todo, pero ambas decidimos no perder el
contacto.
Con el tiempo
Oliver fue teniendo comportamientos con Bea en los que esta pudo comprobar como
lo que yo le había ido comentando era cierto. Ella había conocido a un Oliver
que distaba mucho de la verdadera persona que él es y por eso ella no podía
creerme a mí. Afortunadamente, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo,….. Y
me alegro muchísimo de que Bea sea “una de las nuestras” J
Bueno, pues a lo
que iba, que Bea me llamó el otro día para echarme la bronca y hablarme sobre
el blog. La bronca venía a cuenta de mi relación con Joseba, ya que dice que
ahora que lo ha leído ella la entiende de otra forma a como yo se la había
contado,…… Pero bueno, eso son apreciaciones que ya estuvimos debatiendo
durante casi una hora, y de no haber sido por teléfono, seguro que hubiese sido
mucho más tiempo.
Sobre el blog me
dijo que se había buscado, pero que ella no salía,…. La verdad es que tengo
claro que no a todo el mundo le gusta verse en una de estas situaciones, por lo
que yo no meto personajes que no lo deseen. Quizá menciono gente si es
necesario, pero si creo que a lo mejor puede no hacerles gracia, solo les
menciono por encima. Una vez me lo comentan, ya sé que puedo contar con ellos
en mi “elenco “.
Otra de las
cosas que Bea me dijo en aquella conversación y se me ha quedado grabada fue
mientras hablábamos de la diferencia entre los libros y las películas. Comentábamos
todo lo que se pierde en una historia cuando esta se convierte en película y
ella decía que nada tenía que ver lo bien explicado y expresado que está un
libro y lo poco que se puede ver de eso en la gran pantalla. Entonces yo le
dije:
“Es que los
libros son así, por eso siguen existiendo, de lo contrario habrían desaparecido,
pero a una película le falta eso,….. La magia de los libros”
A lo que ella me
respondió; “Pues precisamente eso de lo que hablas, es lo que tiene tu blog. Incluso
sabiendo la historia, estás deseando saber qué más pasa”.
Casi consigue
sonrojarme con esas palabras,….. Gracias Bea.
¿Y te lo tiene que decir tu amiga para que nos creas a las demás?, jajajaja. Ya te hemos dicho que enganchas........pero bueno si con lo que ella te ha dicho te animas a escribir más....bienvenido sea ;P. Un besito princesita
ResponderEliminarNo te enfades brujita, os tomo en cuenta a todos los que me lo decís, pero es que cuando es alguien nuevo quien me lo comenta, no puedo negar que me hace una ilusión especial.
EliminarGracias por ser tan fiel a mis historias. Bss