viernes, 20 de enero de 2012

Y TRAS UNA BREVE PAUSA.......



No resulta difícil hacer planes para divertirse durante el verano. Por aquí hay muchas posibles actividades donde escoger: playa, paseos, fiestas,…. Y yo estaba dispuesta a no perder ni un minuto más de mi tiempo en lamentarme, así que me puse manos a la obra.

Maider y yo creamos un calendario en el que íbamos apuntando el plan para cada fin de semana y una vez apuntado, había que cumplirlo. De esta manera fui volviendo poco a poco la misma dinámica que llevaba antes de toda esta historia.

El día de San Juan tuve que volver al ginecólogo para realizarme de nuevo la prueba y ver con mejor resolución las dimensiones y características del quiste que me habían detectado mes y medio antes. El día comenzó de maravilla; me dijeron que no tenía nada, que posiblemente lo que habían visto era alguna sombra y por eso el motivo de realizar de nuevo la prueba. ¿Comenzarían ya las cosas a salirme bien?
Según salía del hospital con la fantástica noticia, comencé a mandar sms informando a aquellos que habían estado al tanto; ama, aita, Maider,…
Por la tarde Maider se acercó a mi trabajo para charlar un rato y ponernos al día. Durante el rato de conversación me preguntó por los resultados de las pruebas, cosa que a mi me sorprendió, pero le respondí y continuamos hablando de nuestras cosas.

La noche de San Juan había llegado; esa noche mágica en la que el fuego se lleva lo malo y los rituales hacen que tus deseos sean escuchados más altos y fuertes que nunca. Los años anteriores había celebrado en la playa esta noche y había cumplido todas las tradiciones que la ocasión pide, pero este año la playa no era una opción válida. Tampoco supe de ningún lugar donde se celebrase y al que pudiese acudir y volver esa misma noche sin tener que coger el coche, por lo que decidí hacer mi propia hoguera y mi propio ritual.
A solas, en la serenidad de la noche, con la luna iluminándome en la terraza y a puntito de dar la medianoche, encendí las primeras llamas de mi particular San Juan. En ese preciso instante la melodía del sms sonó en mi teléfono móvil ¿Un mensaje? ¿A estas horas?
Cuando miré la pantalla no me lo podía creer: ¡¡Joseba!! . Su mensaje me dejo aún más perpleja: “Me alegro de que todo haya salido bien, pero o te falta parte del mensaje, o te has equivocado mandándomelo”.
No entendía nada, pero de golpe mi cabeza lo encajó. Rápidamente miré los sms enviados y lo comprendí todo; Cuando envíe los sms al coger como destinatarios a los habituales, en vez de eliminar a Joseba, eliminé a Maider, por eso ella no sabía nada y me tuvo que preguntar.
Visto el momento y la metedura de pata que había cometido, decidí no darle vueltas y responder como si no hubiese problema alguno: “Lo siento, creo que me he equivocado de destinatario. Que tengas una noche mágica. ¡¡Muack!!”

Pocos días después era el cumpleaños de mi ex-amiga, a la cual tenía la misma intención de felicitar que ella tuvo conmigo. No obstante, como se había pasado todo el mes criticándome con sus amigas del Facebook y se había jactado diciendo que era yo la que no quería ningún contacto con ella, decidí llamar por teléfono. Tal y como esperaba, no respondió, así que busque formas de poder saber lo que decía y pensaba en ese momento, pero lo que encontré sobre ella no me decía nada nuevo, salvo que Joseba le había felicitado,…… ¿Será que también a él le ha contado su sarta de mentiras? ¿Será que ha conseguido ponerle de su parte?

El simple hecho de pensar que podía haber malmetido entre nosotros me revolvía las entrañas y hacía que las dudas no parasen de taladrar mi cabeza, pero no sabía lo que podía hacer.  Podía hablar con él e intentar aclararlo pero,….. ¿Sería capaz de volver a tratar con él sin que los sentimientos aflorasen de nuevo? ¿Podría plantarme delante suyo y no flaquear mientras me defendía de las posibles acusaciones?

Tras muchas conversaciones con Maider, esta al final se ofreció para ser ella la que hablase del tema con Joseba. Le llamó por teléfono y le puso al día de lo sucedido. Él se quedó muy sorprendido ya que no sabía nada, ni mucho menos se lo esperaba. Le dijo a Maider que estuviese tranquila, que él siempre me había dicho que estaría para lo que pudiese necesitar y que la cosa no iba a cambiar. No obstante, comentó que hablaría con mi ex – amiga para ver lo que ella le decía y poder comparar versiones. Todo este tema, al fin y a la postre, desencadenó en una nueva toma de contacto. Consideré que debía hablar yo con él y que escuchase de mis labios lo sucedido, ya que también lo había oído de labios de la otra, así que le llamé para hablar. Tras más de una hora de conversación y en vista de la imposibilidad de seguir con ella, nos emplazamos para otro momento; después de comer. Y así fue; después de comer continuamos la charla. Charla que desencadenó en un café con él que duró ¡¡¡más de 4 horas!!!

Esa tarde volvimos a tener una de esas conversaciones en las que ponemos cosas sobre la mesa y la situación cambia, aunque sólo sea un poco. Hubo momentos muy dolorosos en los que me sentía fatal por no ser correspondida como yo creía que debería serlo, pero por el contrario, también hubo momentos en los que todo aquello que compartimos y todas esas coincidencias entre nosotros, de nuevo salían a la luz y hacían que volviésemos a sentirnos más cerca que nunca. Entre varias cosas de las que hablamos me sacó el tema del Facebook; extrañaba mucho no poder verme ni saber de mi, pero me reconoció que había podido ver 2 fotos mías. Pensé que alguien que me tiene como amiga se la habría enseñado, ya que le tenía bloqueado, pero me dijo que no era eso. Él tenía su propia cuenta, pero la que usaba habitualmente era la del trabajo (la que yo bloqueé), pero yo le había enviado una solicitud de amistad a la suya personal antes de empezar toda esta historia y él nunca la eliminó. De esta manera, cuando la miraba, podía ver mi foto de perfil de ese momento. Esa misma noche, tras charlar otro ratito, me agregó como amiga y su Muro comenzó a ser nuestro “rincón privado”, solos él y yo.

En los días que siguieron al “reencuentro”, comenzamos de nuevo a estar en contacto muy a menudo; chat, email, facebook, sms, llamadas de teléfono,…. De nuevo hablábamos durante horas que parecían consumirse como la mecha de un cohete. Siempre riendo y con una enorme complicidad desde el principio hasta el final.

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